Bienvenido a la guerra en los límites del espacio, marine, donde las armas nucleares no son ninguna novedad, las balas de fusil de pulsos son baratas y el único valor de una vida humana es su peso en opciones de compra bursátil. Es un infierno, aunque no tan malo como el rechinar de dientes metálicos que te atormenta cada vez que tratas de cerrar los ojos, como si un monstruo te abriera la cabeza y se metiera en tus sueños.
A veces te preguntas para qué demonios sirve todo esto.
Pero no te pagan por preguntar, sino para seguir órdenes. Eres un don nadie (sin ofender). Así que prepara tu fusil de pulsos, marine, hay trabajo que hacer. Protege y sirve a los ciudadanos de las colonias del Límite Exterior, cueste lo que cueste.