Videojuegos roleros – Warcraft III

Warcraft III:

Warcraft III uno de los decanos de los juegos de estrategia en tiempo real (RTS), con el permiso de la saga Age of Empires y Command & Conquer. Este videojuego todavía tiene una gran comunidad de jugadores gracias al lavado de cara que tuvo hace un par de meses: el Warcraft 3: Reforged. No quiero entrar en polémicas, así que me centraré en el juego original.

En este juego se premia el micromanejo por encima del macromanejo: si quieres tener éxito, deberás dar órdenes a cada soldado por separado, mientras que para tener una buena economía puedes simplemente dejar a los trabajadores a su aire. Así que si quieres triunfar en las partidas multijugador, apréndete qué atajo de teclado corresponde a qué orden en qué unidad y todo irá sobre ruedas. Además algunas unidades tienen habilidades propias, puedes hacer héroes que irán subiendo de nivel e iremos eligiendo qué habilidades (dentro de su kit) van a poder utilizar.

Hay 4 razas jugables: humanos, elfos de la noche, orcos y no-muertos, con una serie de soldados únicos por cada una de ellas: el soldado básico de los humanos tiene poca vida, ataca cuerpo a cuerpo y es razonablemente barato; mientras que el de los orcos tiene mucha vida, ataca fuerte cuerpo a cuerpo y es bastante más caro. En este juego no es tan obvia la dinámica piedra/papel/tijera de los RTS (grosso modo: piqueros ganan a caballería, caballería gana a arqueros, arqueros ganan a piqueros) así que ganan aún más importancia las habilidades especiales de las unidades y los héroes.

Videojuegos relacionados:

Además, de Warcraft III se han escindido más juegos (no conozco ninguno que continúe con el espíritu RTS que lo caracterizaba), como el World of Warcraft (ese era fácil) y DOTA, que sentaría las bases para League of Legends. Estos dos últimos vienen de un mapa personalizado llamado Defense of the Ancestors que cosechó gran popularidad en su día. Precisamente estos mapas le dan una frescura al juego que consigue enganchar aún después de jugarlo durante años.

Resumen de la historia:

La campaña original (Warcraft III: Reign of Chaos) esboza el descenso a la locura de un príncipe humano (Arthas Menethil) que se maldice para acabar con una plaga de no-muertos que está asolando su reino (Atención SPOILER: se vuelve un no-muerto él mismo). Es un paladín que descubre que la plaga la transmiten mediante unos sacos de grano infectado. Y no se le ocurre otra cosa que renunciar a sus votos sagrados y purgar una ciudad entera para evitar que se alce de nuevo. Persigue la plaga hasta su origen y encuentra una espada maldita que le vuelve un pelele en manos del Rey Exánime, un lich de niveles épicos. Podéis ver en imágenes el cambio de Arthas desde un muchachito imberbe hasta el gran Caballero en el que se convertirá.

Arthas Menethil, Primero de los Caballeros de la Muerte del Rey Exánime, con su espada maldita del Mal.
Arthas, uno de los personajes principales de Warcraft III primero será un joven paladín.
Arthas, un joven e iluso paladín con su martillo del Bien.

Lo que de verdad pasa:

La subtrama de la plaga no-muerta esconde algo mucho más terrorífico: la invasión de Azeroth (el mundo de Warcraft III) por parte de una legión demoníaca que busca destruir toda la existencia. Los humanos deben aliarse con sus enemigos ancestrales, los orcos, y con los elfos de la noche, que eran los guardianes de Azeroth y ya se habían enfrentado a la Legión Ardiente diez mil años atrás. Esta alianza se mantiene únicamente hasta acabar con la amenaza inmediata de la Legión, y, poco después (con los eventos de World of Warcraft) ya volvían a estar a la gresca. Así que la sociedad de Azeroth está basada en la guerra. Llevan más años en una guerra continua que los que han podido estar en paz.

Y así seguirá, hasta la actualización final de World of Warcraft en la que por fin hagan una tregua y todos sean felices y coman perdices. O algo así, viendo las actualizaciones que van saliendo…

Ideas para Aventuras:

Dungeons & Dragons

Claramente, la campaña puede inspirar una de D&D: una plaga de no-muertos que se alzan de sus tumbas, un archiliche, un paladín que abandona sus votos, una espada maldita, una invasión infernal, magos, enanos, elfos y orcos que tienen que apartar sus diferencias para un bien mayor… Tenemos entre manos una campaña legendaria

Aquelarre

Cambiando las diferencias raciales por diferencias religiosas, tenemos una campaña de Aquelarre buenísima. Los católicos deben hacer frente común con los musulmanes y los judíos para enfrentarse al mismísimo Lucifer que ha subido desde los Infiernos para su reinado de mil años sobre la faz de la tierra. Y únicamente una persona pura de corazón será capaz de empuñar la espada de San Jorge y clavársela en el corazón a la Bestia. Lo que esa persona no sabe, es que esta acción tan heroica unirá su alma a la del maligno por toda la eternidad, y sufrirá los tormentos del infierno como represalia por haber interrumpido la invasión. Lo que llevará a otra aventura para salvarlo. ¡Esto se escribe sólo!

Leyenda de los 5 Anillos

Usando el trasfondo de Leyenda de los Cinco Anillos también puede inspirarnos una buena aventura, además, está en el canon oficial. Me refiero a Yogo Junzo y los Pergaminos Negros de Fu Leng. Yogo abrió un pergamino que desató una enfermedad terrible sobre Rokugán. Poco después, los que habían sucumbido a esta plaga se levantaban como no-muertos. Para un samurái no hay nada más terrorífico que enfrentarse a uno de sus ancestros que se ha levantado como un no-muerto, sobre todo con los tabús que tienen con tocar carne muerta.

Un grupo de PJ samurái se encuentran con pueblos vaciados por esta peste, y, al llegar a la capital Cangrejo, se encuentran con una horda de cadáveres putrefactos que están intentando capturarla. La única forma de pararlos es parar a Junzo. Como curiosidad, después del ataque de Junzo, los samurái dejaron de enterrar a sus ancestros y empezaron a incinerarlos. Buena idea, aunque un poco tarde.

Vampiro: La Mascarada

Para terminar, se me ocurre que en Vampiro podríamos adaptar esta idea: una plaga desatada por el Sabbat para acabar con la Mascarada y, de paso, con los Cainitas de la Camarilla por falta de alimentos. Los PJ no saben nada de todo esto, y llegan a una ciudad fantasma. Al intentar reportar al Príncipe, encuentran que el Elíseo está vacío. Todos los vampiros han salido por patas de la ciudad y llevan esa extraña enfermedad en sus colmillos. El dirigente Sabbat que desató la plaga se ha dado cuenta de que pone en peligro la subsistencia de su propia ciudad, así que recluta a los PJ para una cacería de sangre contra los vampiros que escaparon.

En resumen: una historia tan arquetípica nos puede dar pie a muchísimas partidas, con unos pequeños cambios o sin adulterar, ahí ya lo dejo a las preferencias de cada uno. Nos vemos en el próximo análisis.

Si quieres más ideas/semillas para tus juegos de rol inspiradas en videojuegos echa un vistazo al resto de artículos aquí.

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