El dragón del pico Agujahelada D&D ¡¡Kit Esencial!!

Día 26 de Nightal, año 1491 – amanecer

Buenos días diario, soy Ezra otra vez, como todas las mañanas.
Hoy es día 26 del último mes del año y empiezo a notar el frío del invierno, aunque Nesh, Gawain y Jebeddo llevan notándolo desde hace días. Supongo que es por mi condición de genasi de fuego.
Estamos a punto de llegar al siguiente pueblo, a Phandalin. Seguimos en la Costa de la Espada, por el camino de Triboar. Espero que encontremos alojamiento y trabajo.
Estoy deseando dejar la tienda de campaña, el petate y la manta en una esquina y dormir sobre una cama. También comer algo caliente, como un guiso de perdiz. ¡Qué rico! Estoy harto de comer pan y carne seca.

¿Sabes? Aunque llevamos viajando juntos un tiempo, siempre me sorprendo de lo grande que es Nesh, incluso para un dracónido; y tiene las escamas tan negras que por la noche apenas le distingo si no está cerca del fuego. También me sorprenden Gawain y Jebbedo, pero por diferentes motivos: Gawain es un semielfo, se expresa muy bien cuando habla con otras personas, no como yo. Jebeddo, es un gnomo de las profundidades (aunque él dice que se pronuncia: svirfneblin) también tiene el don de la palabra, aunque no sé si es por la cantidad de alcohol que ingiere a diario o porque realmente los dioses le han bendecido con la gracia de saber expresarse. Los envidio un poquito por eso… Todo es tan diferente de Calimshan, pero no me arrepiento del camino que he tomado.
Vamos a terminar de recoger el campamento.

Día 26 de Nightal, año 1491 – mediodía

Parece que Phandalin es un pueblo minero con bastante historia, incluso tenían una muralla, aunque ahora está completamente derruida y cubierta de musgo y enredaderas. Me ha sorprendido ver como los aldeanos van armados en mayor o menor medida. No he visto a ningún guardia protegiendo la ciudad, supongo que por eso los habitantes de Phandalin tienen que tener las armas a mano.
Jebeddo se ha parado a tirar monedas a un altar derruido de Tymora, la diosa de la fortuna, Nesh y Gawain se han quedado mirándole rezar. Lo siento, Tymora, no soy muy creyente.
Encontré el tablón de anuncios, en él había tres trabajos. Lo que no me esperaba era que mencionaran un dragón ¡EN LOS TRES TRABAJOS! Aunque parece ser que son delirios del alcalde, o eso dice Toblen, el dueño de la Posada de la Colina de Piedra.
Veremos que nos depara el primer encargo. Hemos decidido aceptar el más sencillo: vamos en busca de Hadabra, la comadrona del pueblo.